La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires tiene como misión hacer valer los derechos de las personas que viven en Capital Federal, pero en cuestión de educación no funciona con la velocidad que implica la urgencia del maltrato a un menor.
En un caso particular se hicieron las denuncias sobre maltrato y discriminación, comentadas en otras entradas de este blog, y la Defensoría recién hace dos días tuvo una respuesta y poco favorable.
Cuando ya hube trasladado al nene de colegio para preservar su salud, el organismo de defensa concluyó que la tarea había sido en forma conjunta y de plena voluntad.
¿No tienen analistas que vean la realidad? Si una madre tiene que sacar a un nene de la escuela a pesar de sus amigos y la continuidad pedagógica y pasarlo al sector privado ¿no se cae de maduro que el colegio público y todos sus directivos (en especial el Equipo de Orientación Escolar, cuyo caso tomó Natalia Carballo) atentaron contra la integridad psicofísica del nene obligando a la familia a tomar medidas drásticas?
Si un problema se gestó a fines de abril ¿es tiempo y forma responder el 12 de julio?
¿Cuál es el criterio de urgencia que manejan? ¿Será que la Defensoría también considera que los discapacitados son una carga social?
¿Cuál es su función?
Es nefasto ver como cualquier partido político deja desamparado al sector más vulnerable.
Ya no se trata de una corriente o de una política pública, es una cuestión de mirar para otro lado y que esta gente menos afortunada moleste poco.
Creo que la solución es prestar un poco más de atención a las necesidades particulares de quienes no gozan de una salud que les permita desarrollarse en el medio que plantea la sociedad.
La idea es la accesibilidad, democratización y descentralización. Es cierto que los poderosos, e insisto que pasa en todos los partidos, perderían su plusvalía, pero tienen que robar menos y prestar más atención a los más necesitados.
Tener una casa propia no te hace solvente, los gastos mensuales comparados con los ingresos es lo que determina la verdadera ayuda que debés recibir.
Ayuda... No es lo óptimo, tampoco lo es una ley (que no se cumple) que determine un cupo para personas discapacitadas. La solución es fácil y está a la mano de los legisladores. Vuelvan a la ley original del trabajo, quiten los pre ocupacionales y deroguen la flexibilizacion.
Señores: la igualdad y el respeto es el camino...
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