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domingo, 2 de enero de 2011

Dolor...

A una semana de ir a Embalse recuerdo lo complicado que fue conseguirlo... Más que complicado fue doloroso (de ahí el título de mi escrito)...
Comenzamos en Secretaría de Turismo de la Nación, al no tener suficiente dinero como para ir a otro lugar, aproveché la oferta de Turismo Social. Toda mi infancia fui a la Unidad Turística de Embalse ya que mis papás también estaban económicamente ajustados, siempre arreglando la casa, llevándonos a los mejores médicos e intentando pagarnos la mejor educación.
Obviamente en ese momento no veía lo que le costaba a mi mamá conseguirlo... Sólo disfrutaba de mis vacaciones.
Como a mi pequeño lo operaron muchas veces este año y tuvimos el milagro gracias a las manos del Dr. López Mato, que le salvó la vista luego de una batalla sin tregua que duró varios meses, llegamos a la conclusión que necesitábamos unas vacaciones...
Como no tenemos un ingreso que nos permita tamaño lujo, me dirijí al mencionado organismo público.
Comenzó con una cola de dos cuadras, ahí tengo la primer idea renovadora ¿por qué hacer dos o tres horas de cola si se puede reservar todo on line? Es más, la Secretaría de Turismo tiene su propia página de internet. Se puede llenar el formulario on line, comprobar disponibilidad, hacer la reserva y luego ir a entregar los papeles de forma ordenada donde los empleados no se vean abarrotados de trabajo que genera mala disposición y que el público no se sienta denigrado y sólo con este pequeño cambio el malestar inicial quedaría resuelto.
Cuando llega el momento de la atención el trámite dura dos minutos, sólo eso, es lógico ya que sólo te reciben el famoso formulario (que podría haber sido entregado on line o por correo).
Eso te da acceso a la etapa dos: Nuevamente se debe hacer la fila (más de tres hora de espera), el dato conocido por todos los argentinos es que  para hacer una pregunta el hombre ubicado en la puerta se encarga de humillarte de tal manera que no te quedan ganas de volver a dirigirle la palabra para no llorar... Triste e innecesaria actitud...
Cuando se logra entrar al precinto te avisan que el trámite fue rechazado, una empleada se apiada de la cara de perplejidad y llanto y entra a preguntarle a sus jefes y vuelve con una oferta (no la que solicitaste, obviamente con las condiciones más básicas) pero sólo importa conseguirle las vacaciones a Nahuel dentro de mis posibilidades - que no son muchas - entonces acepto, ya estoy contenta, tengo aseguradas las plazas donde alojarme. La chica de Turismo finalmente me abraza, ve mi cara de felicidad.
Viene la próxima etapa: Conseguir los pasajes... Ir a Embalse por la compañía más económica cuesta exactamente $207.- ¡Ja ja ja ja! Sólo queda risa histérica... ¡Sólo cobro $710-. mensuales! ¿Cómo hago para pagar eso? Bueno, la ley 22431 dice que me corresponde el pasaje y voy a Retiro esperanzada... Llego a las empresas de transporte (recuerden a Moyano) quienes por convenio reciben un subsidio anual y millonario para cubrir las plazas de las personas "discapacitadas" aunque no sean utilizadas... Con eso logran cubrir la temporada baja, si se dan cuenta gracias a dicho grupo ellos logran llenar sus arcar durante todo el año, pero llegadas las vacaciones resulta que sólo disponen de dos plazas por servicio (considerando que a Embalse sólo hay uno diario surje un problema bastante grave y de conocimiento gubernamental) y viene el siguiente episodio violento, dicen que hay que pasar la noche en Retiro para lograr ganarle a otro discapacitado que también resultó adjudicado para la misma fecha, acá cabe aclarar que los juntan a todos en la misma fecha... ¡Qué morboso! Entonces empiezan los ruegos y las peleas entre un grupo que recibe golpes constantes...
Me dirijo abatida a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y un empleado con pocas ganas me da un formulario que "obliga" a la empresa a darme los pasajes, vuelvo a la ventanilla de venta de pasajes para que me den los boletos... Increíble... El empleado debe pedir autorización porque lo obligan de la empresa, él nos trató bien, pero también está limitado por sus ordenes y debe conservar su trabajo... Lo entiendo y espero otra hora más...
Luego de un mes y medio de trámite y lágrimas consigo los pasajes de ida pero... Ojo... Que sólo conseguí los de ida... El muchacho de la compañía me dice que todos viajan para esa fecha, que elija otra y él me da los pasajes de vuelta, decido regresar dos días después de abandonar el hotel y él cumple su palabra... Ya tengo los pasajes de vuelta...
¿Por qué se tiene que aguantar el abuso de la vida y el de los seres que nos rodean? ¿El Estado puede resolver esto? Si no quieren darnos un trabajo digno donde se pueda acceder a los pasajes como cualquier otro, ¿por qué humillarnos, maltratarnos, abatirnos, hacernos sentir peor de lo que ya nos sentimos? ¿Tienen en cuenta que la vida nos dio una realidad complicada y sería de buena persona aliviar la carga? ¿Qué pasa si algún familiar de los muchos empleados públicos pasan por una situación así? 
Videla, conocido genocida, fue quien redactó la ley 22.431 para proteger a su hijo con síndrome de Down, fue reformulada por N. Kirchner luego de una denuncia internacional. Pensar que nadie en más de 25 años se preocupó por el grupo más vulnerable que quedó al resguardo de un asesino... ¿No les genera una sensación fea en el estómago?
Hoy Cristina y Aníbal Fernández hablan de igualdad ¿ese es su criterio de igualdad? Como ciudadana pensante les doy una idea: ¿Qué les parecería que desde Secretaría de Turismo arreglen no sólo las plazas sino el transporte también? ¿Es una idea revolucionaria? ¿No hay personas en el Estado que tengan ideas así?
Yo por medio del presente artículo me ofrezco a trabajar ad honorem para el Estado Nacional y de la Ciudad de Buenos Aires aportando ideas inclusivas... Quedo a su disposición...

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